Cargando...

RITA CETINA Y LA REVOLUCIÓN EDUCATIVA FEMENINA



Rita Cetina Gutiérrez (1846-1908) fue una de las figuras más influyentes en la historia de la educación en México, particularmente en el ámbito de la instrucción femenina. Nacida en Mérida, Yucatán, en una época en la que las oportunidades educativas para las mujeres eran prácticamente inexistentes, consagró su vida a transformar esta realidad. 

En 1870, fundó la escuela y sociedad literaria "La Siempreviva", junto con Gertrudis Tenorio Zavala y Cristina Farfán. Esta institución, no solo se limitaba a enseñar labores domésticas, como era común en la época, sino formar ciudadanas conscientes, capaces de analizar, razonar y participar activamente en la vida pública, brindándoles una formación completa en ciencias, literatura, matemáticas, filosofía e historia, áreas que tradicionalmente habían sido reservadas para los hombres. 

Su obra no solo amplió el acceso de las mujeres a la educación formal, sino que también sembró las semillas de los movimientos feministas que florecerían en el país en las décadas siguientes. Su trabajo creó una generación de mujeres conscientes de su valor y de sus derechos, lo que desencadenó movimientos sociales que continúan vigentes hasta nuestros días.

Entre sus alumnas más destacadas se encuentran mujeres que posteriormente liderarían luchas cruciales en favor de los derechos de las mujeres en México. Elvia Carrillo Puerto, conocida como "La Monja Roja del Mayab", fue una de ellas. Inspirada en las enseñanzas de Cetina, Carrillo Puerto se convirtió en una incansable defensora del sufragio femenino, del derecho de las mujeres a la educación y de la igualdad social. En 1923, Elvia fue una de las primeras diputadas electas en México, y su trabajo legislativo sentó bases importantes para la futura conquista de derechos políticos para las mujeres.

Otra alumna importante fue Consuelo Zavala Castillo, quien siguió los pasos de su maestra en el ámbito educativo y feminista. Zavala fundó varias escuelas y participó activamente en la organización del Primer Congreso Feminista de Yucatán en 1916, considerado uno de los primeros de América Latina. En este congreso, las ideas sembradas por Rita Cetina dieron fruto en debates sobre la educación, la igualdad jurídica y la participación política de las mujeres.

También destaca Beatriz Peniche Barrera, otra de las jóvenes formadas bajo la influencia de Cetina. Peniche Barrera fue escritora, periodista y activista feminista, y se comprometió activamente con la causa de los derechos civiles de las mujeres. 

Estas mujeres, entre otras, no solo continuaron la obra de Rita Cetina, sino que la expandieron a nivel nacional, demostrando que la educación era la herramienta más poderosa de transformación social. 

Además de su labor educativa, Rita Cetina también se destacó como escritora y editora. Publicó en revistas y periódicos de la época, utilizando la pluma como otra herramienta para divulgar ideas progresistas y fomentar la reflexión crítica sobre el papel de las mujeres en la sociedad. Su pensamiento adelantado a su tiempo no solo la posiciona como una educadora ejemplar, sino como una auténtica precursora del feminismo mexicano.

En resumen, Rita Cetina no solo abrió las puertas de la educación a las mujeres, sino que preparó a las generaciones que, más adelante, lucharían por la equidad, la justicia y los derechos humanos en México. Su vida y legado son testimonio del poder de la educación para transformar realidades y construir un futuro más justo e igualitario.