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#LaFuerzaDeLasMujeres está en marcha



En Mujeres en Movimiento estamos convencidas que para lograr una verdadera igualdad sustantiva primero debemos trabajar en la capacitación de nuestras mujeres, brindarles herramientas sólidas para la construcción de políticas públicas con perspectiva de género que ayuden a terminar con las brechas de desigualdad y la violencia de género.

Llegó el momento de que la paridad esté en todos lados, de que las mujeres ocupen espacios en la toma de decisión de forma activa, y que se dejen atrás las prácticas numéricas de cuotas, es momento de que las mujeres demostremos de lo que somos capaces y  que se destaque nuestra participación por conocimientos y habilidades.

Durante nuestro Encuentro Estatal para el Empoderamiento Político de las Mujeres en Guerrero, asumimos el reto de construir plataformas de debate que permitan a las mujeres conocer los desafíos a los que enfrentan; además de ser un canal que brinde apoyo ante circunstancias de discriminación o violencia de género.

Debemos trabajar por una democracia incluyente en la que todas las voces sean escuchadas.

Tejer redes de apoyo con la sociedad civil para consolidar e impulsar nuevos liderazgos desde la fuerza de las mujeres; que la igualdad y el empoderamiento femenino sea nuestro nuevo estandarte. 

El empoderamiento de las mujeres es un proceso deseable, y sin duda necesario, que contribuye claramente al bienestar individual y familiar, a la salud y al desarrollo social (World Bank, 2000; sen y Batliwala, 1997; United Nations, 1995).

Hoy más que nunca las mujeres necesitamos de aliados. Desde hace mucho tiempo hemos jugado un rol de invisibilidad en los espacios donde se toman las decisiones, a pesar de que representamos a un poco más de la mitad de la población. 

Es momento de que la sociedad asuma el compromiso de cuestionar la falta de espacios para las mujeres, de cómo la brecha salarial impide nuestro crecimiento o autonomía económica, además de la influencia negativa de los estereotipos de género, de la imposibilidad de decidir sobre nuestro cuerpo, de la falta de cultura para la distribución de las tareas del hogar y de la crianza de los hijos.

A las mujeres a lo largo de la historia se nos ha exigido cumplir con ciertas reglas y normas, pero a nadie le parece inmoral o anormal los desafíos que enfrentamos desde niñas.

Una vez que las mujeres hemos sorteado todos los obstáculos que por género se nos han impuesto, la segunda barrera que enfrentamos se da en el ámbito profesional en el que muchas veces somos presas de diferentes tipos de violencia.

Para alcanzar los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS), el sector privado es pieza clave para lograrlo, al igual que políticas públicas inclusivas a favor del bienestar social de mujeres y hombres.

 

México está en deuda con las mujeres, la violencia a la que nos enfrentamos a lo largo de nuestra vida se da por dos vías, nos matan de forma simbólica al negarnos ocupar algún puesto o poner en tela de juicio nuestras capacidades; al borrarnos de la historia, y también nos matan por el sólo hecho de ser mujeres. A diario a 9 mujeres les roban la vida y los sueños y no sólo a ella sino también a su familia y a sus hijos, pero a pesar de todo y ante la indiferencia de las autoridades seguimos en pie de lucha.

Llegó la hora de las mujeres, de trabajar desde diferentes trincheras por un país más justo e incluyente, sin techos de cristal que limiten nuestros sueños y metas.

La fuerza de las mujeres está en marcha es momento de que las mujeres participemos en la creación de ese país que soñamos, resiliente, inclusivo, y sobre todo seguro; y el empoderamiento es la mejor vía para lograrlo. Juntas construyamos una agenda de género que nos ayude a romper con las brechas de la desigualdad.