Mujeres en Movimiento se manifiesta a favor del derecho a decidir

Mujeres en Movimiento reprueba con indignación los hechos sucedidos en los últimos días, en relación al barco Women on Waves, que en días pasados se instaló en costas Guerrerenses y que a pesar de contar con todos los permisos requeridos en México, y ser avalado por la Organización Mundial de la Salud, ha sido objeto de ataques por parte de organizaciones civiles y religiosas que más que sumar con propuestas positivas para el bien de las mujeres, se oponen a aquello a lo que Mujeres en Movimiento hemos manifestado ya en repetidas ocasiones, que es el derecho de la mujer a decidir y controlar su cuerpo y su vida reproductiva, apuntalando con ello a tener un mejor país, con calidad de vida para las mujeres que implique educación, planificación familiar, seguridad y libertad. 

Pareciera ser que México vive realidades de tiempo y de espacio diferentes, ya que en la Ciudad de México recién se cumplieron 10 años de la Despenalización del Aborto, lo que nos hace poner el dedo en la llaga y hacer énfasis en que es imposible que las balanzas no estén equilibradas, y que las mujeres en Guerrero así como otros estados de la república, estén siendo coartadas de su derecho a decidir. En el caso específico del gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, quien con su reciente propuesta pone a la mujer en situación de vulnerabilidad y riesgo al pretender criminalizarlas y encarcelarlas por 5 años, simplemente por decidir de manera libre sobre su cuerpo, eso sin contar que es puntual en la aberración de señalar que con “las mujeres que no tengan mala fama” será benevolente reduciéndoles la condena a solo 1 año. 

Ya basta de estas actitudes retrógradas que siguen tratando a la mujer como objeto; desde aquí hacemos un fuerte llamado a la solidaridad para con todas las mujeres mexicanas, ya es momento de que el tema sea visto como una emergencia legislativa nacional!... Es tiempo de que Aquellos que se oponen al aborto sean capaces de escuchar a su propia conciencia y, al mismo tiempo, permitir que otra gente escuche la propia y promovamos el verdadero valor de la libertad y el derecho a decidir que cada una de nosotras tiene.