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20 diciembre 2016.
Por: Dolores Mercado | Foto: Dolores Mercado/Síntesis
La Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) dio entrada a la queja interpuesta por la coordinadora nacional y la delegada nacional de Mujeres en Movimiento, Claudia Trujillo Rincón y Silvia Nava Nava, respectivamente, en contra del alcalde de Santa Cruz Tlaxcala, Lauro Martín Hernández de los Ángeles, por sus expresiones de violencia sexual, abuso de poder luego de que afirmara que “las mujeres solo sirven como amantes y sirvientas”.
El pasado trece de diciembre, Silvia Nava acreditada como delegada nacional para la cuarta Circunscripción Federal de Mujeres en Movimiento ratificó ante el organismo autónomo la queja por violencia política de género cometida por el alcalde de Santa Cruz Tlaxcala en contra de las mujeres de la entidad, misma que había sido interpuesta vía electrónica el diez del mismo mes.
Nava Nava y la presidenta de la Asociación Estatal de Síndicos y Síndicas de Tlaxcala, Katy Valenzuela Díaz, exigieron al presidente municipal una disculpa pública por dichas declaraciones; sin que a la fecha haya respuesta.
En la queja, con número de folio SEQ/177/2016, Claudia Trujillo y Silvia Nava solicitan a la presidenta de la CEDH María Angélica Temoltzin Durante se pronuncie y emita un exhorto a Lauro Martín Hernández de los Ángeles para disculparse debido a que “sus expresiones son de violencia sexual, de abuso de poder e implican la promoción de estereotipos de supremacía masculina sobre la mujer, al denigrarla y concebirla como objeto”.
Esta queja siente precedente, porque es la primera que se ha realizado por violencia política de género y está enmarcada, según el contenido de la misma, por casos de acoso y hostigamiento a las síndicas municipales de Santa Cruz Tlaxcala, Tlaxcala y Chiautempan.
De hecho, en la queja se pide a la CEDH inicie las investigaciones pertinentes en esos ayuntamientos para determinar el estado que guardan el ejercicio pleno de los derechos humanos porque “la violencia contra las mujeres comienza con las palabras y sus efectos pueden ser igual de dañinos que los golpes”.