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Empoderamiento económico de las Mujeres



El empoderamiento económico de las mujeres podría reducir la pobreza de toda la población en su conjunto. Para lograrlo, en primer lugar debemos corregir el modelo fallido que rige nuestras economías, que socava la igualdad de género y alimenta una desigualdad económica extrema. El modelo neoliberal dificulta que las mujeres ocupen empleos de más calidad y mejor remunerados; también impide hacer frente a la desigualdad en la carga de trabajo de cuidados no remunerado, y limita la capacidad de influencia y el poder de decisión de las mujeres. Para alcanzar el empoderamiento económico de las mujeres, necesitamos una economía humana que beneficie tanto a hombres como a mujeres, y que esté al servicio de todas las personas, no sólo del 1% más rico de la población.

La desigualdad de género, una de las formas más antiguas y extendidas de desigualdad, es un elemento que configura nuestras economías, sociedades y comunidades. Ignora la opinión de las mujeres, devalúa su trabajo y genera desequilibrios de poder entre hombres y mujeres, tanto en el seno de los hogares como a nivel nacional y mundial. En los últimos años, se han producido algunos avances importantes para cambiar esta realidad: por ejemplo, actualmente van a la escuela muchas más niñas que hace veinte años, 20 existe un mayor número de leyes contra la violencia que sufren mujeres y niñas y hay más mujeres ocupando puestos de liderazgo político, aunque el número de hombres sigue siendo mucho mayor.

Solo 47% de las mexicanas en edad de trabajar forma parte de la fuerza laboral, muy por debajo del promedio OCDE de 67%, de acuerdo con un estudio sobre políticas de género en México.

Un estudio impulsado por el Instituto Nacional de las Mujeres de nuestro país, reconoce que las mujeres mexicanas tienen un vínculo directo, no solo con la competitividad, sino también con la productividad incluyente del país; la cual, es necesario reconocer y potenciar. 

Onu Mujeres señala que el empoderamiento económico de la mujer es un buen negocio, ya que las empresas se benefician enormemente al aumentar las oportunidades en cargos de liderazgo para las mujeres, algo que ha demostrado aumentar la eficacia organizacional. Se estima que las compañías donde tres o más mujeres ejercen funciones ejecutivas superiores registran un desempeño más alto en todos los aspectos de la eficacia organizacional.

Para lograr el empoderamiento económico de las mujeres es necesario que tengan acceso a oportunidades de empleo digno, de calidad, y con una remuneración justa, así como un mayor poder de decisión. Ambos elementos son esenciales para el cumplimiento de los derechos de las mujeres, la reducción de la pobreza y la realización  e objetivos de desarrollo más amplios. Para acabar con la pobreza hará falta mucho más que dinero, pero con voluntad y presupuestos dirigidos a este fin la meta se alcanzará tarde o temprano.

Fuentes:

Oxfam.org

Inmujeres

OCDE

Gob.MX

http://www.unwomen.org