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Prácticas fundamentales para asegurar la efectiva participación política de la mujer



Aunque es frecuente que escuchemos hablar de participación política de las mujeres, poco sabemos de cuáles son las acciones o prácticas concretas que se deben seguir para lograr dicha participación y su efectividad.

La Organización de la Naciones Unidas destaca cuatro prácticas que te compartimos a continuación:

1. Asegurar que las elecciones, tanto locales como nacionales, sean imparciales y de libre acceso para las mujeres.

Promover medidas especiales transitorias, como establecimiento de cuotas, sanciones aplicables a los políticos que no cumplan las normas, exención de pago de derechos en el trámite de presentación de candidaturas, acceso a los medios públicos de difusión, y acceso a recursos públicos, a fin de acrecentar la participación de las mujeres, tanto en calidad de funcionarias electas como de funcionarias designadas en instituciones políticas. Asegurar losl procesos de empadronamiento para posibilitar que las mujeres ejerzan su derecho democrático al voto. En colaboración con órganos de gestión electoral y con partidos políticos, considerar la adopción medidas para responder a los factores que impiden la participación de las mujeres en política (violencia contra la mujer, prejuicios de género en los reportajes en medios de difusión, prácticas no transparentes de los partidos políticos, falta de financiación de campañas políticas).

2. Apoyar a las organizaciones de la sociedad civil de mujeres a fin de promover los intereses de la mujer

Proporcionar asistencia a la elaboración de temarios para políticas colectivas, por ejemplo, Cartas de la Mujer, o a la celebración de Convenciones Nacionales sobre la Mujer. Las mujeres comparten prioridades, por encima de cualquier diferencia que puedan tener. Esas prioridades compartidas pueden ser las relativas a su derecho a ocupar cargos públicos o a tener acceso a servicios mejorados de atención de la salud y cuidado de los niños. Es importante que las mujeres coordinen acciones, creen coaliciones, colaboren y aseguren la emisión de mensajes en común en tiempos de cambio. Fomentar la capacidad e impartir cursos de capacitación y desarrollo de aptitudes prácticas, a fin de promover aptitudes de gestión y comunicación, así como las capacidades de organización interna de los grupos y movimientos de mujeres

3. Fomentar en las instituciones públicas la rendición de cuentas en cuanto a la vigencia de los derechos de la mujer.

Asegurar que los procesos de revisión constitucional consideren las repercusiones de las estructuras de instituciones políticas, judiciales y otras instituciones públicas sobre la participación de las mujeres, así como sobre el ejercicio de sus derechos sociales, políticos y económicos. Velar por que las revisiones constitucionales aseguren la armonización con las normas internacionales de derechos humanos. Promover mecanismos de rendición de cuentas y reforma de la gobernanza que respondan a las necesidades de las mujeres; por ejemplo, prestación de servicios que tengan en cuenta las cuestiones de género, acceso a la justicia, presupuestación y acceso a la información. Asegurar que se establezcan procesos de responsabilización por conducto de los cuales las autoridades públicas rindan cuentas de su desempeño con respecto a los compromisos nacionales en pro de la igualdad entre los géneros y los derechos de la mujer.

4. Apoyar a las mujeres líderes políticos a fin de ampliar su influencia.

Apoyar el desarrollo de aptitudes y capacidades, tanto en las candidatas como en las líderes electas. Este apoyo abarca la capacitación con fines de adquisición de aptitudes (debate y modalidades del lenguaje parlamentario, promoción), así como las aptitudes con respecto a la incorporación de las cuestiones de género, los compromisos internacionales en pro de la igualdad entre los géneros y las estrategias que pueden ser útiles. El apoyo también abarca la promoción de mecanismos, entre ellos los agrupamientos de mujeres parlamentarias o las redes de mujeres en las instituciones de servicio social, así como la creación de mecanismos gubernamentales dotados del mandato, las capacidades y la ubicación en el gobierno que posibiliten una eficaz promoción de políticas favorables a los intereses de la mujer. Considera la posibilidad de dar formación a los hombres en los principios y la práctica de la perspectiva de género y el empoderamiento de las mujeres.

Fuente: http://www.un.org/es/globalissues/democracy/women.shtml