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Sin resultados, con esperanza Si la violencia contra las mujeres no termina, tampoco lo hará nuestro reclamo por justicia



El incremento de la violencia que estamos viviendo desde hace años, nos ha despertado del miedo y nos ha empujado al hartazgo: hoy estamos alzando la voz, hablando sobre violencia, haciéndonos consientes sobre cómo se manifiesta, identificándola y condenándola, porque la realidad es que hemos vivido, crecido y tolerado la violencia a lo largo de nuestra historia. Pero ya no más.

La violencia contra niñas y mujeres se incrementó a niveles pandémicos en el mundo, en los últimos 12 meses 243 millones de mujeres y niñas (de edades entre 15 y 49 años) han sufrido violencia sexual o física por parte de un compañero sentimental; en México, todos los días tenemos motivos por los que activarnos, alzar la voz y exigir justicia, 11 mujeres son asesinadas a diario, la mayoría de ellas a manos de su parejas, familiares o conocidos.

Debemos observar con atención este problema y promover acciones en contra de todo acto de violencia, estamos siendo testigos de que cuando una mujer pide auxilio o se atreve a levantar la voz para exigir justicia es ignorada, porque al parecer, para las autoridades existen cosas más importantes que atender, las autoridades deben entender que todo acto de violencia de género es extremo, el catalogar o no prestar la atención que merece tiene consecuencias fatales para las mujeres.

en México la violencia contra las mujeres nos dice que el feminicidio registró un incremento de 1.5% de septiembre a octubre de este año, y que de enero a octubre se cometieron 801 asesinatos de mujeres en todo el país, de acuerdo con los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

En el primer semestre, las llamadas de emergencia al 911 tuvieron un aumento; en ese período hubo mil 674 homicidios dolosos y 566 fueron feminicidios, hay 19 alertas de violencia de género contra las mujeres (AVGM) declaradas y 12 solicitudes más, y 4 de cada 10 mujeres mayores de 18 años sufrieron violencia sexual

A este panorama se suman los recortes presupuestales de este año a programas destinados a la atención y prevención de la violencia contra la mujer, falta de coordinación, falta de resultados de las Alertas de Violencia de Género, misoginia y machismo institucionalizado.

Frente a este panorama pareciera que hay poco que hacer, pero no lo haremos. Las mujeres están acostumbradas a luchar y defender sus derechos, por eso es fundamental que no nos quedemos calladas y mucho menos inactivas.

Es fundamental seguir gritando y exigiendo respeto a nuestros derechos en todos los espacios, no sólo el familiar, laboral y escolar, también en la vida política donde también hay violencia y mucha.

El camino que tenemos por delante sigue siendo largo y los retos enormes, pero juntas seguiremos luchando, el propósito es que las próximas generaciones de mujeres vivan sin violencia.