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Trata de personas: la esclavitud moderna



En el 2013, la Organización de las Naciones Unidas, designó el 30 de julio como el Día Mundial contra la trata de personas con la finalidad de visibilizar este delito que implica el reclutamiento y transporte de personas, de un municipio, estado o país a otro. En México, de acuerdo a la Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia de Trata de Personas y para la Protección y Asistencia a las Víctimas de estos Delitos, define a la trata como: “Toda acción u omisión dolosa de una o varias personas para captar, enganchar, transportar, transferir, retener, entregar, recibir o alojar a una o varias personas con fines de explotación: esclavitud, condición de siervo (a), explotación laboral, servicios forzados, actividades delictivas, matrimonio forzado, tráfico de órganos, mendicidad forzada y experimentación biomédica’’.

De acuerdo a la Secretaría de Gobernación, la trata de personas es un negocio multimillonario, considerado el tercero más redituable a nivel mundial, después de la venta de armas y tráfico de drogas. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), mueve más de treinta y dos millones de dólares por año. 

Algunos estudios han arrojado que la República Mexicana es terriblemente aquejada por la trata de personas, tanto de origen, como de tránsito y destino para este delito. Nuestro país ocupa el quinto lugar a nivel internacional.

La Cumbre Hemisférica sobre Trata de Personas, llevada a cabo en el 2017 en la Ciudad de México, Manelich Castilla Craviotto, señaló en el último informe de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, se estimó que, de los 40 millones de víctimas de trata en cualquiera de sus modalidades, 51% son mujeres y el 28% son menores de edad. Uno de cada cuatro víctimas es menor de 18 años. De estos 40 millones de personas: 24.9 millones de ellas en trabajo forzoso (trabajo doméstico, industria de la construcción, agricultura, explotación sexual) y 15. 4 millones en matrimonio forzado. 

Cada año, son cuatro millones de personas que son engañadas o enganchas. En América Latina, dos millones de niñas, niños y adolescentes con víctimas de explotación sexual, laboral o comercial.

Para nadie es un secreto que, en México, así como en el resto del mundo, las mujeres, adolescentes, niñas y niños son los más afectadas. Hasta el 2017, la administración de Enrique Peña Nieto había rescatado a 600 víctimas originarias de países de América Latina, Europa y Asía. Casa año, cuatro millones de personas son víctimas, de acuerdo a datos de la Secretaría de Gobernación. 

Los Estados de la República Mexicana donde existe una estructura por parte del crimen organizado para transportar, transferir, retener, entregar, recibir y alojar a una o varias personas son Tlaxcala, Puebla, Veracruz, Chiapas, Tamaulipas, Baja California, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Zacatecas, Aguascalientes, Oaxaca y Sonora para fines de trabajos forzados y prácticas análogas a la esclavitud en casos de prostitución forzada y explotación sexual.

En la Región Norte del país se resalta que la trata tiene fines de explotación sexual. En la Región Bajío se identifica como estados de tránsito en la ruta a Estados Unidos, asimismo se detecta la trata con fines de trabajo forzoso en los campos agrícolas. En la colindancia de la Región Centro, el desplazamiento de población en búsqueda de trabajo ha hecho de Puebla, el Estado de México y la Ciudad de México, entidades de atracción sobre todo para la construcción. La marginación y pobreza en la Región Sur hace que la población sea más proclive a caer en algún engaño vinculado a la trata. Estados como Chiapas, Quintana Roo, Yucatán y Campeche, normalizan conductas de abuso al ponderar la importancia de conservar una buena imagen pública.

Asimismo, se ha identificado que la trata de personas consta de tres elementos básicos: 1.- Una actividad para el enganche (conductas); 2.- Mínimo un medio comisivo para someterle (medios) y; 3.- El propósito de explotación (fines).  Una de las acciones a la que los tratantes suelen recurrir, constantemente, es el enamoramiento hacia las víctimas, como un medio para manipular y convertir a las personas en objeto de explotación. 

El estudio ‘’Una mirada desde las organizaciones de la sociedad civil a la Trata de personas en México’’ señala que la mayoría de las víctimas identificadas en México comparten las siguientes características: la pobreza, baja o nula escolarización, falta de oportunidades laborales, exclusión y marginación, abandono por su familia, violencias por contextos sociales, violencia intrafamiliar migración interna y/o internacional. 

La trata de personas es otra de las formas en las que también se manifiesta la violencia de género en todo el mundo, tan sólo si buscamos en los medios digitales ‘’trata de personas’’ no arrojará un sinfín de fotografías de mujeres en diversas situaciones. Por lo que continúa siendo vital continuar implementando y apoyando iniciativas que tomen en cuenta a los sectores de la población que son más vulneradas a ser enganchadas.

Fuentes: 
http://armonizacion.cndh.org.mx
http://www.senado.gob.mx