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“La sororidad es la herramienta que construye fortaleza desde la disidencia y la diferencia”.



Como sostiene Marcela Lagarde, feminista y antropóloga mexicana: "La alianza de las mujeres en el compromiso es tan importante como la lucha contra otros fenómenos de la opresión y por crear espacios en que las mujeres puedan desplegar nuevas posibilidades de vida".

 

En este contexto surge el concepto de sororidad, el cual se refiere a una nueva experiencia práctica intelectual y política entre mujeres que pretende materializarse en acciones específicas.

 

Ante la violencia de género, la impunidad y la indiferencia a las mujeres nos queda algo que jamás nos quitarán, la SORORIDAD.

 

La palabra sororidad se deriva de la hermandad entre mujeres, el percibirse como iguales que pueden aliarse, compartir y, sobre todo, cambiar su realidad debido a que todas, de diversas maneras, hemos experimentado la opresión.

 

De acuerdo con Marcela Lagarde, en un texto sobre cultura feminista, las francesas, como Gisele Halimi, llaman a esta nueva relación entre las mujeres sororité, del latín sor, cuyo significado es hermana. Las italianas dicen sororitá, y las feminista de habla inglesa la llaman sisterhood.

 

Sin embargo, la acepción para esos vocablos es la misma: "amistad entre mujeres diferentes y pares, cómplices que se proponen trabajar, crear y convencer, que se encuentran y reconocen en el feminismo, para vivir la vida con un sentido profundamente libertario", según palabras de Lagarde. 

 

México necesita más empatía y sororidad en las redes, en los medios, en las calles; esta lucha necesita de aliados que tomen conciencia de las diferentes formas de violencia contra las mujeres y niñas.

 

No es un tema mediático, ni de golpeteo político, la realidad es que a diario son asesinadas 10 mujeres por razón de género, y la mayoría de los casos quedan impunes.

 

Ser sororas ante este escenario hostil es la mejor arma; unidas podemos visibilizar y exigir que se garantice el pleno goce a nuestros derechos y  el acceso a una vida libre de violencia.

 

Ahora más que nunca alzamos las voz por todas la que ya no pueden gritar, ni exigir justicia, por las niñas que son la esperanza de un mejor país, más tolerante, más resiliente y menos machista.

 

Hoy más que nunca la ola morada cubre a un México que por años ha ocultado una realidad que abruma e incomoda a muchos, la violencia y los feminicidios han estado, pero hasta ahora la mujeres tuvimos la fuerza y la valentía para alzar la voz y gritar ¡Ni una Menos! en esta lucha estamos todas.