Las mujeres y su incidencia en el cambio climático

“No tenemos otro planeta de recambio o de repuesto. Sólo tenemos este, y tenemos que tomar medidas”.

Berta Cáceres (Activista Hondureña por los derechos indígenas y del medio ambiente).

Desde la emisiones de efecto invernadero, la sobreexplotación de los recursos naturales y los patrones de consumo masivo, son consecuencia del modelo económico en el que vivimos. México y el mundo se encuentra ante una inminente crisis ambiental de exterminio contra seres vivos, naturaleza y todo lo verde que nos da vida y oxígeno en el planeta.

Hoy en día, personas y empresas se han dado a la tarea de crear una nueva conciencia ambiental, sin embargo, aunque las formas de consumo están regresando al origen de lo natural,o bien, a las formas de consumo de nuestros abuelos, el modelo de consumo sigue más vigente que nunca. Las redes sociales, influencers y medios de comunicación, nos enseñan una nueva forma de consumo, claro ahora con una nueva etiqueta verde, ahora lo sustentable, eco friendly y libre de tantas cosas se vuelve no sólo en un nuevo estilo de vida, sino en moda que va más allá de una conciencia pura de salvar al planeta.

El cambio climático afecta a toda la población, pero las personas más pobres, son los más vulnerables, en especial las mujeres y niñas, en ellas recaen las peores tensiones ambientales, económicas y sociales.

A menudo, las mujeres y las niñas se enfrentan a mayores riesgos de salud y seguridad cuando los sistemas de agua y saneamiento se ven afectados y además asumen una mayor carga de trabajo doméstico y de cuidado.

En muchos países en desarrollo, mujeres y las niñas, se encargan de transportar agua, combustible y alimentos, y la escasez y/o falta de recursos incrementan las desigualdades. En África, las mujeres invierten 16 horas para buscar agua, en comparación a los hombres que destinan 6. Con las sequías se destruye la flora, fauna y las cosechas, y este es un factor inminente para que se escasee el alimento.

Las consecuencias de la sequía generan violencia, mortalidad materna, matrimonio infantil, infecciones, hambruna, malnutrición, usurpación de tierras y pobreza; y por ende existe menos higiene, asistencia escolar, salud y seguridad alimentaria, y la calidad de vida se deteriora.

Es momento de que las mujeres seamos las encargadas de tomar decisiones que generen cambios reales en nuestro ecosistema, como emprendedoras.

Las mujeres como agentes de cambio para mejorar las condiciones de igualdad rumbo a un futuro sostenible.